Celaya, Gto., miércoles 04 de septiembre del 2024. Ante la serie de hechos violentos que se han registrado en la región Laja Bajío en los últimos días, con más de 30 personas ejecutadas, comercios atacados, artefactos explosivos en la vía pública y mensajes amenazantes en grupos de whatsapp y redes sociales, el Obispo de la Diócesis de Celaya, Alejandro Aguilar, mandó un mensaje a los integrantes de los grupos generadores de este tipo de violencia: ¡queremos vivir en paz!
Apenas este miércoles por la mañana en Comonfort se registró el asesinato de Isaac Ortega, quien sería el secretario del Ayuntamiento en el próximo gobierno municipal del presidente Gilberto Zárate, quien apenas el lunes pasado recibió la noticia que su hijo fue atacado a balazos cuando se encontraba en la comunidad de Empalme Escobedo, y este martes Estela García se manifestó en el jardín principal de Celaya para seguir buscando a su hija, Estela Estephanya, quien está desaparecida desde 2022 cuando sujetos armados se la llevaron en Juventino Rosas.
“Yo digo que a todos los hermanos que causan mucho dolor y sufrimiento a la sociedad, pues hay que invitarlos a que sepan que todos somos hermanos y no podemos causar sufrimiento simplemente por un masoquismo social o porque ‘yo quiero ser más que el otro’. El mensaje que mandan a la sociedad es negativo, lo que les pedimos a ellos es que lo único que queremos es vivir en paz.
“Maquiavélicamente eso de que el fin justifica los medios tenemos que pensar de otra manera, no siempre es así. Por eso invitarlos a que sepamos aprender a vivir en sociedad, no estamos en la ley de la selva, es decir, la ley del más fuerte, el que más pega, el que tiene más armas es el que se come todo. Aunque mucha gente sea vulnerable y débil tienen su dignidad y hay que respetarlas.
En relación a las personas desaparecidas en Guanajuato e incluso en el resto del País, el Obispo de Celaya señaló que no se les debe olvidar y seguir buscando, a pesar incluso de la ‘rasurada’ que hizo el gobierno federal al listado nacional en este rubro para hacer creer que la cantidad de desaparecidos es menor.
“Los desaparecidos, aunque no tienen nombre sus vidas gritan. Son más de cien mil en todo el país que tienen nombre y tienen familias, y no porque existan ‘otros datos’ van a dejar de ser parte de una realidad que tenemos en nuestro País”.
