28/09/2024

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¿Gorditas o cajeta?… ¡gorditas, y de Tierrasnegras, mejor!

Cuando se trata de comer algo que sea originario de nuestra Celaya, los que habitamos en este municipio preferimos comer gorditas que cajeta, ¡y si son del barrio de Tierrasnegras, mejor!. Cualquier celayense lo sabe.

Degustar esta deliciosa tradición es un proceso hipnótico desde el momento en que la “seño” comienza a dar masaje a la masa de maíz para dar forma a la clásica ‘bolita’. 

Con una mano toma un puño de queso con ese característico color naranja impregnado por la esencia de chile o  las clásicas migajas y los inserta en la masa. Sigue el masaje durante algunos segundos y un poco de agua. La aplasta para hacer la conocida forma discada y extenderla en el comal.

Sobre la plancha comienzan a cocerse y uno empieza a salivar cuando la ‘seño’ pregunta si llevarán algún guisado: chile negro con carne de cerdo, bistec con salsa verde, papas, nopales, frijoles, picadillo. Cualquiera es una delicia.

Sí, para los celayenses las gorditas de Tierrasnegras son las mejores. No hay en ninguna otra parte de Guanajuato o en México una delicia similar, y las presumimos con orgullo.

Siempre imitadas, jamás igualadas.

La historia de este delicioso platillo celayense es especial: durante la apertura del templo en honor a la virgen de Guadalupe en el naciente barrio de Tierrasnegras, un 12 de enero de 1864, acudieron decenas de peregrinaciones  para celebrar este memorable acontecimiento.

Además de los celayenses, ese día llegaron de lugares distantes como Irapuato, Querétaro, San Miguel de Allende, San Luis Potosí y otros más. No se esperaba que llegase tal cantidad de gente para la apertura de este lugar, pero la devoción y fe hacia la Guadalupana movió conciencias.

Al ver tal multitud, los vecinos del naciente barrio de Tierrasnegras se preocuparon por los alimentos. No sabían qué podrían preparar para dar de comer a toda esa gente que había llegado.

De repente, entre la multitud aparecieron dos mujeres. Se abrieron paso, llegaron hasta el atrio del templo con los vecinos y les enseñaron cómo hacer un platillo que requería pocos ingredientes, fácil  y rápido de preparar y que sería del gusto de todos: las gorditas.

Fue así como los vecinos comenzaron a replicar la receta y dar alimento a todos los peregrinos que habían llegado.

Cuando buscaron a las mujeres para dar las gracias, no las encontraron. Sin embargo, algunas personas hallaron similitud de una de esas mujeres con la imagen de la morenita del Tepeyac y no lo dudaron: fue la misma virgen de Guadalupe quien se apareció entre ellos para indicarles qué debían hacer para dar de comer a toda la gente que fue a venerarla.

Desde entonces, las gorditas de Tierrasnegras se han vuelto una tradición gastronómica característica de Celaya, y este 12 de enero, aniversario del templo de Guadalupe en el barrio, es cuando los vecinos nuevamente ofrecen gorditas de queso o migajas a los peregrinos que llegan de lugares distantes para visitar a la Virgen.

Es un buen motivo para recordar nuestras tradiciones, costumbres y orígenes que nos representan con orgullo a todos los celayenses.