Gerardo Pineda Currichi, mejor conocido por parejas y trasnochados como Gerardo “rositas”, el cual recorría todas las noches las calles del centro para vender sus flores en bares y restaurantes antes de la contingencia sanitaria, difícilmente podrá volver a hacerlo porque fue sometido a una operación para extraerle el riñón izquierdo, debido a una fuerte infección que ponía en riesgo su vida.
Desde hace dos semanas se encuentra internado en el Hospital General recuperándose de la operación, después de que unas personas lo notaron muy mal en el estacionamiento donde vive en la calle Insurgentes, llamaron a la ambulancia y lo trasladaron a este lugar para atenderlo de urgencia.
“Está con nosotros desde hace dos semanas. Llegó con una infección severa en el riñón izquierdo por lo que se procedió a extirparlo. Se recupera lentamente, incluso hoy lo íbamos a reubicar a otra sala pero tiene sus defensas demasiado bajas, por eso se le hizo una transfusión de sangre y vamos a esperar a mañana para ver cómo evoluciona”, mencionó el director del Hospital General, doctor Silvestre Gutiérrez Campos.
Gerardo ‘rositas’ está solo en Celaya, no tiene familiares y usuarios en redes sociales han comentado que hace varios años tenía una florería grande y reconocida en la calle Morelos y en el mercado del mismo nombre. Siempre tenía clientes y se hizo de amigos que poco a poco lo han abandonado con el paso del tiempo. Hoy convalece en el hospital sin alguien que se preocupe por su estado de salud.
“Va mejorando poco a poco. No te podría decir cuántos días más estará en el hospital porque eso depende de cómo evolucione en su recuperación, pero ojalá que alguna institución como el DIF o alguna asociación civil pueda ayudarle con la recuperación post-operatoria que va a necesitar llevar desde su casa”.
Debido a la contingencia sanitaria por el coronavirus las visitas médicas a pacientes internados en el Hospital General se han limitado. Sólo puede ser media hora por la mañana y media hora por la tarde.
De no recibir ayuda por parte de alguna asociación, voluntariado o cualquier persona, al salir del hospital regresará para terminar de recuperarse en su pequeño cuarto al interior de un estacionamiento de la calle Insurgentes 119 en la zona centro… solo.
Que tristeza ver cómo termina así un ser humano, yo lo conocí siempre muy sonriente y le encantaba su trabajo de arreglos florales y siempre muy platicador……..