El 24 de febrero del 2009, aproximadamente a las 6:30 de la tarde en el auditorio Tresguerras, el entonces Presidente de México Felipe Calderón, realizó el ansiado anuncio de obra pública esperada por una buena parte de la población celayense: el Libramiento Ferroviario o “Ferroférico” que sacaría el paso del tren de la ciudad.
En ese momento se comprometió a que la obra estaría terminada tres años después, a finales del 2012. Sin embargo, a once años de distancia aún no hay la certidumbre sobre la conclusión de esta obra que, en los tramos ya construidos, ha sido víctima de vandalismo y robos de grandes tramos de vías, soportes y tornillos para venderse como fierro viejo en algunas chatarreras.
La obra ya era deseada en Celaya desde la primer presidencia panista del País, cuando en México gobernaba un Presidente guanajuatense y su esposa, la primera dama Martha Sahagún, se presumía celayense por adopción. En 2002 se le presentó el proyecto, sin embargo tales niveles de influencia no sirvieron de mucho y la obra del ferroférico no llegó.
En su lugar Vicente Fox anunció anunció en 2005 la “megasorpresa” para Celaya: el malecón o “Parque Lineal” en la ribera del Río Laja, otro elefante blanco aún inconcluso actualmente. Megadecepción.
Cuatro años más tarde, ese 24 de febrero en Celaya y ante la cúpula empresarial del municipio y del estado, el Presidente Calderón anunció la obra con inversión pública de 4 mil millones de pesos, de los cuales en 2009 ya se contaban con los primeros 600 millones para el inicio de la misma.
“Este proyecto contribuirá a pontenciar la capacidad industrial, productiva y económica de esta ciudad y del Bajío, lo que se traducirá en más empleos para los habitantes de este estado. Además, mejorará la seguridad vial y la eliminación de accidentes que se producen en los cruceros por donde atraviesa el tren y tendrá un impacto positivo en la seguridad pública”, mencionó en su discurso.
El proyecto consiste en 25.9 kilómetros de la línea “AB” de la empresa Ferromex que corre de la Ciudad de México a Ciudad Juárez, y 20.9 kilómetros de la línea “NB” de Kansas City Southern que corre del puerto de Lázaro Cárdenas al de Tampico en Tamaulipas; más una extensión de 10 kilómetros entre Celaya y Empalme Escobedo en Comonfort y un patio de maniobras. Con ello se pretende convertir a Celaya en el centro neurálgico de movilidad y logística en el transporte de carga, al permitir la interconexión de estas dos rutas.
Pero con el paso del tiempo llegaron los problemas: el retraso en la liberación de los terrenos para que las vías del tren circunden la zona urbana de Celaya y la falta de recursos en el presupuesto federal durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto que no permitió avanzar al proyecto de acuerdo a lo planeado.
Más reciente, en 2018 y 2019 se sumó la renuencia de la empresa Kansas City Southern de México a invertir en la parte que le corresponde en la rehabilitación y construcción de 21 kilómetros de vías férreas y 9.4 de vías para el intercambio de vagones.
Apenas a mediados de enero de este año, José Zozaya, presidente de esta empresa, anunció la inversión de 2 mil 800 millones de pesos para continuar con la parte de la obra del Ferroférico que les corresponde.
“Hace un año y medio había un estimado de más de 80 millones de dólares. Ahorita tomando en cuenta que abarcaría otras áreas que no estbaan consideradas, a lo mejor nos vamos hasta los 140 millones de dólares (2 mil 800 MDP). Además se incluyen obras no contempladas como pasos superiores y puentes de Ferrocarril, así como otros caminos aledaños”, mencionó.
En la actualidad, en varios de los tramos del Ferroférico a su paso por comunidades como El Salitre, Jofre, Michinelas, Juan Martín, Estancia del Llano, La Labor y San Ramón en Cortazar, Celaya y Apaseo el Grande han desaparecido grandes tramos de vías, tornillos y soportes, los cuales son vendidos como fierro viejo en chatarreras de la región.