28/06/2024

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El “Hombre Lobo” y “El Gatito”, dos papás que hacen todo por sus hijos

Celaya, Gto., a 21 de junio del 2020. En los últimos meses de pandemia por el coronavirus y suspensión de actividades económicas, hay hombres padres de familia que no se han dejado vencer por las adversidades y hacen lo que sea para obtener unas monedas y llevar de comer a sus hijos.

Es el caso de Alex “el Hombre Lobo” y Jonathan “El Gatito”, dos papás en los cruceros de avenidas en Celaya que todos los días salen caracterizados para tratar de ganarse la simpatía de los automovilistas y obtener unas monedas que servirán para comprar comida y el sustento para sus hijos y parejas.

Alex es originario de Loreto, Zacatecas, pero tiene ya más de 6 meses en Celaya. Antes trabajaba en un circo con el personaje del “Hombre Lobo” debido a la condición de Hipertricosis Universal Congénita que padece, la cual le provoca un excesivo crecimiento de vello facial.

Alex, “El hombre lobo”

“Debido a lo del COVID 19 tuvimos que suspender las funciones en el circo por precaución a la gente y a nuestras familias en lo que pasa esto de la pandemia. Yo ya había trabajado en un crucero en otra ciudad donde me invitó un amigo y ahora que pasó esto de la cuarentena se me ocurrió venirme a trabajar a un crucero.

“Tengo una hija de cuatro años y un niño de uno, por eso ahorita trabajo en los cruceros para obtener algo de dinero y llevar el sustento a mi hogar”.

Alex por lo general se ubica en las mañanas en el crucero de avenida Tecnológico y avenida México – Japón, pues por las tardes prefiere estar con su familia para cuidar y convivir con sus hijos que aún son pequeños.

La condición de exceso de vello facial y que lo conozcan como “el hombre lobo” no es algo que le incomoda, incluso el alta autestima y seguridad en sí mismo le permitió que en lugar de permitir las burlas en la escuela cuando era pequeño, él era quien se burlaba de sus compañeros.

“En realidad nunca me sentí discriminado por el pelo que tengo en la cara, en lugar de que me hicieran bulling a mi, yo lo hacía. Yo era el malo de la escuela que molestaba a mis compañeros aunque la verdad a estas alturas no estoy orgulloso de ello”.

Sobre una posible fecha de regreso a trabajar en el circo, dice que aún tienen esa incertidumbre, pues primero les habían informado que regresarían en junio, luego en agosto y la última fecha que les dio la administración del circo es que sería en octubre. Sin embargo, espera que sea pronto para regresar a las pistas.

“Para mí es regresar el circo porque es mi vida, mi familia es de circo y quiero seguir con la tradición familiar”.

En otra zona de la misma avenida Tecnológico se encuentra Jonathan “El Gatito”. Es fácil ubicarlo con el maquillaje donde predomina el color blanco y las bien trazadas líneas felinas que tiene en la cara.

Es de Toluca, pero desde hace 5 años vive en Celaya. Trabaja también en los cruceros porque el sueldo que tiene también como empleado de una empresa de seguridad privada no le alcanza para mantener a sus 4 hijas y a su esposa.

Jonathan “El Gatito”

“No me alcanza muy bien el salario que tengo en la empresa porque tengo cuatro niñas que tengo que mantener y mi esposa y yo seríamos 6 personas. Ya había estado trabajando en una empresa de seguridad para los Oxxo’s pero nos empezaron a despedir y fui uno de ellos, me tocó. Ahora estoy en otra empresa pero no me alcanza y tuve que buscar qué hacer para llevar de comer a mi casa”.

Sobre su caracterización, dice que antes salía maquillado de un payaso, pero poco a poco han dejado de llamar la atención y mejor se le ocurrió pintarse en honor “al señor de los gatitos” que vendía juguetes en el centro y que hacían el maullido de los gatos.

“Aquí en el centro me encontré a un señor que se dedicaba a vender gatitos, mucha gente lo conoce y vi que a la gente le llamaba la atención. Además por parte de mi familia a mi esposa y mis hijas les llama mucho la atención los gatos. Vi que muchos payasos ya no llaman mucho la atención con el maquillaje porque se les hace de repente de terror a los niños por los colores que traen y ya no llaman la atención, por eso se me ocurrió un gato en color blanco”.

Para aprender a pintarse como un gato, buscó el consejo de otro amigo que hace lo mismo en las calles de Toluca caracterizado como el gato “Cucho” de la caricatura de “Don Gato y su Pandilla”. Así aprendió cómo pintarse y ya lleva tres años haciéndolo, aunque durante la época de Navidad lo hace con el personaje de “El Grinch”.

“Cuando me acerco a los coches llama mucho la atención, gracias a Dios sí veo el cambio porque antes al verme acercarme a los coches, la gente cerraba las ventanas y con este personaje les llama un poco más la atención. Ahora a lo mejor no todos me dan una moneda pero me dicen ‘que Dios te bendiga’ y eso también es satisfactorio”, mencionó.