Celaya, Gto., miércoles 08 de diciembre del 2021. Durante la temporada de ventas navideñas, es importante no tomar decisiones en base a las primeras impresiones de los anuncios en las tiendas, sino analizarlas bien y sobre todo: leer las “letras pequeñas” que casi siempre da información que pretenden pase desapercibida para la gente. Y si de plano no coincide el precio de la compra con el desembolso de la misma, hacer la denuncia a la Procuraduría Federal del Consumidor, señaló el director regional de esta dependencia en Guanajuato, Daniel Nieto.
“Los invito que cada que vayan a las tiendas y salimos a hacer las compras de Navidad estén exhibidos los precios porque es un derecho del consumidor tener la información necesaria para tomar la decisión de compra y cuando reciban su ticket verifiquen que coincida con lo mostrado en el anaquel, si no es así, pueden hacer valer el precio en la tienda. Si no lo hacen, nos pueden hacer llegar la denuncia a la Profeco para intervenir y hacer valer ese precio.
“Es importante porque a lo mejor de peso en peso se junta una buena suma de dinero y la Profeco está para vigilar y hacer valer el derecho de los consumidores ante una mala práctica comercial”
Explicó que en varias ocasiones han detectado empresas departamentales y en centros comerciales, que algunas tiendas ofrecen publicidad engañosa al dar el precio de un producto como una “oferta” pero con letras muy pequeñas hacen referencia a otra cosa diferente a lo que el consumidor cree que va a adquirir.
Por ello reiteró al importancia de leer detenidamente la publicidad de los productos antes de hacer la compra, o revisar el ticket que coincida con la publicidad de la oferta por la que se adquirió el producto.
Otra observación puede ser en los restaurantes en donde se ofrecen cortes de carne de un determinado peso, se puede solicitar al capitán de meseros que esa pieza de carne seleccionada se pese frente al cliente para constatar que se está pagando por lo que se menciona en la carta.
Lo mismo en el caso de los mercados, en donde los comerciantes deben tener las básculas calibradas para que den el peso de los productos que ofrecen al costo mencionado en su publicidad.
“La invitación es que todos tengan sus instrumentos calibrados y si no es así, hacer el trámite ante la Profeco para que el producto que están vendiendo sea el correcto en el peso indicado”, mencionó,
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