Celaya, Gto., martes 08 de noviembre del 2022. Poco antes de las once de la mañana, la clínica “San Fermín” en avenida Lázaro Cárdenas en la zona sur de Celaya, fue atacada por personas armadas que dispararon en el interior e intentaron prenderle fuego antes de escapar. Las primeras versiones señalan que fueron por lo menos cinco personas armadas quienes llegaron al lugar. No hay personas heridas ni víctimas mortales.
Este lugar es señalado en uno de los informes del Ejército que fueron difundidos esta semana tras el hackeo por el grupo Guacamaya, o “Guacamaya Leaks”. En él se menciona que el lugar funciona como hospital exclusivo para la atención de personas heridas de un grupo delictivo que opera en la región.
La clínica se encuentra sobre avenida Lázaro Cárdenas a la altura de la colonia Las Flores en la zona sur de Celaya. Tras sofocar el fuego, las autoridades municipales informaron que no se encontraron personas heridas o sin vida en el interior, solo ropa y algunos materiales que fueron consumidos por el fuego.
Tras el reporte al número de emergencias, elementos de seguridad del municipio y de las fuerzas federales se hicieron presentes en el lugar, así como del heróico cuerpo de bomberos del municipio para sofocar las llamas. La zona fue acordonada para impedir el paso de personas curiosas.
La clínica “San Fermín” aparece en informes del Ejército que han sido filtrados en el hackeo a los archivos de la SEDENA en los llamados “Guacamaya Leaks”. Se le menciona como una clínica para atender a personas heridas de un grupo delictivo, en donde los médicos tienen la indicación de no informar sobre estos hechos a las autoridades como indica la ley en estos casos, y en los fallecimientos reciben indicaciones para determinar qué hacer con los cuerpos.
Según el informe filtrado y publicado esta semana en varios medios de comunicación en el País, el lugar es propiedad de la madre de uno de los principales líderes de un grupo delictivo que opera en la región y que fue detenido el año pasado.
Incluso, de acuerdo a información recabada por el ejército y filtrada tras el hackeo a sus servidores de información, el lugar fue clausurado hace varios meses, pero seguía abierto para dar atención médica exclusiva a los integrantes de un grupo delictivo.
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