Asesinó a sus padres porque lo regañaron por drogarse, ya está detenido

Celaya, Gto., martes 14 de diciembre del 2021. Eduardo ‘N’ de 26 años llegó la semana pasada por la madrugada a la casa de su mamá de 73 años y de su padre adoptivo de 76 en la colonia Imperial de Celaya. Al ver la hora y las condiciones en las que llegaba, sus padres le empezaron a regañar por su estilo de vida. Lleno de ira por el regaño, Eduardo sacó la navaja que siempre traía consigo, los asesinó de varias puñaladas y escapó. Ya fue detenido y este martes se informó que enfrentará un proceso penal por feminicidio y homicidio calificado con premeditación y alevosía.

El brutal crimen ocurrió el pasado 06 de diciembre en la calle Diamante, casi esquina con Jorge Negrete en la colonia Imperial, en donde las víctimas se encontraban en su recámara dormidos.

María de Lourdes “N” y José “N”, de 73 y 76 años, madre y padre adoptivo del acusado, estaban por cumplir los cinco años de casados y vivían tranquilos, hasta el día en que EDUARDO “N”, les pidió que lo dejaran vivir con ellos, porque “no soportaba vivir con su pareja”, con quien discutía de manera recurrente.

Los progenitores nunca imaginaron que, con darle asilo al hombre de 26 años, estaban firmando una sentencia de muerte, por la evidente agresividad del acusado y su proclividad al uso y consumo de enervantes.

Hechos

El pasado 06 de diciembre del año 2021, en el trascurso de la madrugada mientras los ofendidos dormían en el interior de su domicilio, el imputado ingresó a la casa y se dirigió a la habitación de los ofendidos, a quienes agredió físicamente con un arma punzocortante en repetidas ocasiones, dejándolos sin vida, en un charco de sangre.

La conducta criminal de este sujeto incluso es actualmente motivo de valoración por criminólogos de la FGE, quienes tratan de indagar los motivos que condujeron a este sujeto a cometer tan brutal asesinato. El reporte médico forense determinó que María de Lourdes falleció por múltiples heridas producidas por instrumento punzocortante penetrantes de tórax y abdomen.

En tanto, José “N”, presentó lesiones ocasionadas por la misma arma blanca, pero en tórax. Ninguno de los infortunados tuvo manera de defenderse. Ambos fueron sometidos de manera violenta, como lo demuestran los vestigios hallados en la escena del crimen y que criminalistas embalaron para demostrar y explicar los delitos a través de métodos y técnicas de investigación científicas.

La investigación

Al tomar conocimiento de la noticia criminal, la Unidad Especializada en investigación de Homicidios de la Fiscalía Regional C inició una carpeta de investigación, que se integró con los datos de pruebas técnicos y científicos obtenidos del estudio de diversos indicios, en donde participó un equipo de la Agencia de Investigación Criminal durante el desarrollo de las pesquisas abocadas a esclarecer los acontecimientos.

A la identificación del probable responsable y la obtención de una orden de captura, siguió el trabajo de elementos de la Agencia de Investigación Criminal adscritos a la Unidad de Mandamientos quienes cumplimentaron orden de aprehensión contra el acusado y con los datos incorporados legalmente al proceso, el Agente del Ministerio Público fue capaz de producir un conocimiento probable acerca de la responsabilidad del detenido en los hechos que se le atribuyen.

De acuerdo a la información recabada durante la investigación, Eduardo “N” es adicto a las drogas y al alcohol, además de tener una personalidad muy agresiva. Acostumbra portar cuchillos o navajas y cuando se droga es sumamente peligroso. En varias ocasiones peleaba con sus familiares, en especial con su mamá quien le llamaba la atención por drogarse.

De esta manera, en audiencia, se le formuló la acusación y la FGEG obtuvo vinculación a proceso por feminicidio y homicidio calificado, con las agravantes de premeditación y alevosía, en agravio de José “N” y María de Lourdes “N”. EDUARDO “N”, ha sido enviado a prisión, en donde habrá de esperar a que termine la investigación formalizada iniciada en su contra, para llegar al juicio oral, donde será sentenciado por su conducta criminal.