Celaya, Gto., lunes 28 de diciembre del 2020. La noche del 11 de julio del 2015, tras fugarse del penal de máxima seguridad de Almoloya, “el Chapo” Guzmán huyó con sus cómplices vía terrestre a Celaya, en donde se escondió un par de días en las ruinas del hotel “Celaya Plaza”, ubicado en la entrada poniente de la carretera Panamericana, cerca de la “glorieta de la Pepsi”.
Información desclasificada del gobierno federal señala que ahí aprovechó que las instalaciones se encuentran en ruinas y semi-ocultas a la vista de los automovilistas, a través de unas placas de metal que fueron colocadas en la reja que limita con el exterior a los pocos meses del cierre de este hotel, el cual llegó a ser considerado el más lujoso del Bajío.
Tras permanecer oculto de las autoridades federales que lo buscaban en aeropuertos y carreteras principales del centro del País durante por lo menos cinco días después de su fuga, “el Chapo” usó automóviles compactos y nada ostentosos para salir de ahí en durante la madrugada rumbo a una pista clandestina en la comunidad de Santa Rosa de Lima, en Villagrán, y desde ahí despegó en una avioneta hacia Sinaloa.
El hotel Celaya Plaza fue durante décadas el lugar de hospedaje más lujoso en Celaya y la región, hasta el 2006 cuando de manera intempestiva cerró sus puertas. En un principio se mencionó que sería una remodelación pero ha permanecido cerrado desde entonces.
Este lugar se caracterizaba por la elegancia de sus instalaciones con pisos de mármol, vistosas fuentes, enormes salones de reuniones e incluso un restaurante bar tipo japonés completamente decorado con esta temática.
Tras su cierre, este lugar en diferentes ocasiones recibió la visita discreta de “el Chapo” durante su vida a salto de mata al tratar de huir del gobierno federal que le perseguía desde hace años, y aprovechaba que las habitaciones aún contaban con el mobiliario como el día cuando fue cerrado.
El 22 de febrero del 2014 “el Chapo” fue detenido por elementos de la Marina en Mazatlán y trasladado al penal de Almoloya, del cual se escapó un año y cinco meses después. Por eso en su plan de huída decidió esconderse en este lugar en Celaya durante un par de días mientras “se calmaban las aguas” para poder llegar a Sinaloa.
Una de las fuentes federales consultadas al respecto mencionó, “si has llegado hasta este punto en la lectura de la nota, debes saber que no es verdad, pues forma parte de las bromas alusivas al 28 de diciembre, ‘día De los Santos Inocentes’. Sin embargo, qué bueno que muestras interés en el hábito de la lectura”, dijo.