Celaya, Gto., 10 de junio del 2020. En la calle Albino García a la altura del 526 algo ha cambiado. Algunas personas al caminar por la banqueta reducen el paso, bajan un poco la cabeza y se persignan, otros tantos caminan un poco más rápido y tratan de disimular para no voltear, pero es imposible no dejar de observar con tristeza este lugar.
Es el taller Becaa Cars, el lugar en donde 4 jóvenes celayenses perdieron la vida el sábado pasado en un ataque por hombres armados cuando cerca de las dos de la tarde llegaron, dispararon sus armas al interior y lanzaron por lo menos tres grandas. Dos estallaron y una tuvo que ser retirada por equipo especial del Ejército horas más tarde.
Los hermanos Diego, Ulises y Rogelio Becerra se encontraban en el interior y los acompañaba un amigo, Arturo Lara de apenas 16 años que estaba ahí para aprender el trabajo de wrapping car. Es una técnica en donde los automóviles se forran con vinilio para cambiar de color o resaltar ciertas partes con diseños y colores al gusto del cliente y los hermanos Becerra lo hacían muy bien, poco a poco se habían ganado prestigio a pulso.
Tras el ataque, tres murieron en el interior del taller y uno más cuando recibía atención médica. Un día marcado por el dolor y la indignación en Celaya.
El sábado por la noche cuando se retiraron los agentes ministeriales y se llevaron los cuerpos, el taller bajó la cortina. Desde ese entonces, algunos amigos, familiares, vecinos, conocidos o simplemente aquéllos que se sienten dolidos e indignados por este cuádruple crimen, han dejado algunas veladoras y flores blancas en memoria de los cuatro jóvenes asesinados.
Definitivamente en este tramo de la calle Albino García a la altura del 526 las cosas han cambiado. El ambiente es diferente. Sigue el transitar de los vehículos por la calle y el paso de las personas por la banqueta, pero al ver en la cortina cerrada las fotos de los jóvenes que ahí perdieron la vida y se esfumaron sus sueños, la mente trata de imaginar el infierno que ahí se vivió. Es imposible.
Por eso es mejor bajar la vista a las veladoras o las flores que ahí permanecen y hacer una oración por el eterno descanso de sus almas y la pronta resignación a sus familiares y amigos.
El 526 de la calle Albino García ha quedado marcado para recordar en la historia de Celaya el momento de violencia, temor e impunidad que vivimos este 2020.
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