Boleros de zapatos de la Calzada Independencia y del Jardín San Agustín aún no han recibido el apoyo que se les prometió por parte del gobierno municipal, para ayudarles durante el cierre de sus puestos de trabajo en estas zonas ante la contingencia sanitaria del coronavirus.
A diferencia de los boleros que se instalaban en el jardín principal y que recibieron un cheque por 2 mil pesos apenas 2 días después del cierre de su zona de trabajo, en el caso de la Calzada Independencia y plaza San Agustín siguen a la espera de la ayuda prometida a 13 días que las autoridades cerraron estos espacios públicos.
“Yo he venido todos los días, de 2 de la tarde a 8 de la noche. No puedo dejar de trabajar porque entonces ¿quién lleva la papa a la casa?”, mencionó Asunción González, el único boleador que aún asiste a trabajar todos los días a la Calzada Independencia.
“Leí en el periódico que la presidenta Paniagua iba a apoyar a todos los boleros del centro que nos quitaron. Ya les dieron apoyo a los del jardín, pero a nosotros que estamos en la Calzada y somos del mismo grupo de la plaza San Agustín no nos han dicho nada”.
“Ya tengo mis papeles listos, incluso fui a la presidencia hace unos días a preguntar cuándo nos van a entregar ese apoyo y me dijeron que ahí no los están dando, entonces no sé con quién haya que ver esto”.
Asunción es un hombre de trato amable y ameno con 75 años de edad, de los cuales ha sido boleador en la Calzada Independencia en los últimos 40 años. Le tocó ver crecer los pinos que rodean la emblemática Bola del Agua, los cambios que ha habido en la Calzada y limpiar los zapatos de políticos y personajes importantes del municipio.
Hasta antes del cierre de la Calzada Independencia el 5 de abril por la contingencia sanitaria, al día en promedio daba de 15 a 20 boleadas a clientes frecuentes y con lo cual obtenida un promedio de 260 pesos. Hoy apenas alcanza a obtener entre 20 y 50.
“Ahorita ya no vienen los clientes porque están en sus casas, a lo mucho hago una o dos boleadas al día y ya. Nos dicen que nos quedemos en la casa pero tengo que venir y sacar algo para llevar de comer a mi mujer. A veces algunos clientes que pasan me han dejado alguna despensa y eso ayuda bastante, pero también sigo esperando que a nosotros también nos ayude el gobierno con ese dinerito que nos viene bien ahora que no hay clientes”, mencionó.
