Celaya, Gto., viernes 23 de agosto del 2024. Si practicas el ecoturismo y te gusta el contacto con la naturaleza, cuando tengas oportunidad visita Atarjea en la zona noreste de Guanajuato, es el municipio más alejado de la Capital del Estado y tal vez el menos poblado con cerca de 6 mil habitantes. Se ubica en medio de la Sierra Gorda en los límites con Querétaro y San Luis Potosí.
Los primeros habitantes llegaron en el año de 1539 para explotar los yacimientos minerales de esa zona, aunque la fundación como tal se registra hasta 1604 bajo las órdenes del entonces virrey, Luis de Velasco y Castilla.
Para llegar puedes tomar dos rutas: llegar a San José Iturbide, de ahí tomar hacia Tierra Blanca, después Santa Catarina y empezar a subir la Sierra Gorda. Esta ruta ofrece paisajes espectaculares con voladeros impresionantes en tramos donde solo cabe un vehículo por el camino. Si te llegas a encontrar a otro vehículo de frente, uno de los dos debe hacer alto total en alguna de las “islas” para esperar a que pase el otro.
Otra ruta igual con paisajes únicos y de mayor recorrido, es por Querétaro. Llegas a Peña de Bernal, de ahí hacia San Pablo Tolimán, Higuerillas, Peña Blanca y empiezas a subir la Sierra Gorda. Varios kilómetros arriba al llegar a Camargo, está la desviación a Atarjea. Después sigue camino de terracería por en medio de la sierra rumbo a Río Blanco, en donde puedes comer platillos de truchas cultivadas ahí mismo, en un restaurante en forma de barco en medio de la sierra. Y tiene una explicación, hace millones de años, esta zona era parte de un océano, en donde incluso en algunas zonas del cerro puedes encontrar caracoles y peces fosilizados. 20 kilómetros adelante que recorres en una hora y media, se encuentra la cabecera municipal de Atarjea.
Llegar lleva tiempo. Desde Celaya por la ruta de San José Iturbide son aproximadamente 6 horas de camino. Por Querétaro casi 8. Sin embargo al llegar encontrarás paisajes increíbles en medio de la sierra, en donde puedes practicar senderismo, campismo, ciclismo de montaña, entre otros.
Es verdad que la cabecera municipal es muy pequeña, la puedes atravesar caminando en 10 minutos. Sin embargo hay restaurantes con comida típica de la región, ex-haciendas históricas que vale la pena conocer, además de platicar con su gente amable y abierta a la gente foránea.
