Celaya, Gto., miércoles 03 de abril del 2024. Durante la misa de cuerpo presente para despedir a la candidata de Morena a la presidencia municipal de Celaya, Gisela Gaytán, el padre César Cadavieco que ofició la misa fue contundente durante el sermón hacia los responsables de este crimen: “¡oíganlo bien malditos, somos más los hombres de bien y la sangre de Gisela caerá sobre sus cabezas y las de sus hijos por siete generaciones como dice la Biblia!”.
Este miércoles fue la misa para despedir a Gisela Gaytán tras ser asesinada el lunes pasado mientras recorría las calles de la comunidad de San Miguel Octopan en la zona norte de Celaya. A la misa en la Catedral en la Calzada Independencia, asistió la candidata a la gubernatura, Alma Alcaraz; además de Ricardo Shefield al Senado. Se esperaba que llegara Mario Delgado, dirigente nacional de Morena, pero al final no lo hizo y se perdió del sermón.
“No solo mataron una candidata, mataron un cúmulo de posibilidades de bien, todo el bien que iba a hacer y las políticas que iba a implementar borradas de un plumazo porque hay quien cree que puede controlar la vida de los demás. ¡Pero oíganlo bien, malditos, somos más los hombres de bien y la sangre de Gisela caerá sobre sus cabezas y las de sus hijos por siete generaciones como dice la Biblia!”.
“No quedará impune, o tal vez sí ante los poderes humanos. En este País los crímenes no se castigan, pero ante el juicio de Dios no se podrán escapar, les espera la destrucción y un sufrimiento atroz”.
Mientras recorría las calles de Reforma y Benito Juárez en plena zona centro de la comunidad de San Miguel Octopan el pasado lunes, Gisela Gaytán fue víctima de un ataque a balazos. Algunos de ellos de manera directa en la cabeza que le cortaron la vida al instante. Tres de sus compañeros en la campaña resultaron lesionados.
El asesinato de la candidata causó indignación entre la clase política en el País, sobre todo por tratarse de un crimen a una mujer joven que aspiraba gobernar Celaya, una de las ciudades con fuertes problemas de violencia por la delincuencia organizada.
“Hoy celebramos una muerte absurda, una muerte provocada por asesinos que creen que dominan la sociedad, por criminales corbardes capaces de apagar una vida porque les incomodaba a sus propios intereses. Gisela era una mujer coherente con sus principios morales, una soñadora que deseaba construir un mundo mejor, que quería mejorar un poco el desorden que es esta ciudad. Que quería traer un poco de certidumbre a miles y miles que se sienten solos ante la delincuencia, que creía ella que el estado no es un estado fallido si tuviera gobernantes comprometidos y valientes como era ella.
“¡No tenemos por qué escondernos los ciudadanos de bien, ante el cobarde que usa un arma, ante el salvaje que aniquila a las personas honestas, ante el extorsionador y el narcotraficante! Nos llena de orgullo que nunca se amedrentó ante las dificultades, supo seguir adelante con su bondad, su sonrisa y alegría. ¡Claro que nos llena de indignación!, el profeta Isaías nos dice con una fuerza contundente: los justos mueren antes de que les llegue su hora”, mencionó el sacerdote durante el sermón de la misa para despedir a Gisela.
El padre César Cadavieco, de la Ciudad de México, se dijo indignado por lo que ocurrió con la joven candidata de Morena, pues a ella la conoció desde hace tiempo y eran amigos. Por eso accedió también venir a despedirla en la misa del funeral.
“Gisela es lid de una sociedad que no se siente derrotada ante el mal, que no se queda cruzada de brazos ante la corrupción, de una sociedad que no puede vivir viendo enemigos haciendo de las suyas. Era una mujer de bien, y cuando se mata a una mujer de bien como ella todos somos responsables, empezando por el gobierno que no es capaz de ofrecer lo más indispensable como lo es seguridad a los ciudadanos.
“Se sigue matando candidatos en todas partes del País. De los responsables, no creo que sus corazones torcidos se compongan algún día, así que arderán en el infierno. Que Gisela sea un referente no solo para estas elecciones, sino hasta que tengamos un estado donde vivamos en paz”, mencionó indignado.